lunes, 10 de febrero de 2020

Consejos de cuidado para el baño del bebé


Antes de darle su primer baño, algunos pediatras recomiendan esperar hasta que se le caiga el cordón umbilical. Otros indican que se los puede bañar tapando la zona para evitar que se humedezca, con baños que no superen los 10 minutos. En cualquier caso, seguí los consejos del pediatra que elegiste para tu baby para estar tranquila.



El momento del baño puede convertirse en un momento mágico, es el favorito de muchas madres y padres porque es una combinación de mimos y cuidado. Además de su finalidad que es la higiene, es una ocasión para jugar, un momento de encuentro, de interacción y de cuidado muy especial. La magia está en su intimidad.
A todos nos asusta cuando el bebé es recién nacido y no tenemos experiencia y no sabemos si lo estamos haciendo bien. Es en ese momento en el que una quisiera ser un pulpo porque las manos no alcanzan para sostener al baby y tomar el shampú y enjabonar cada pliegue y jugarle con su patito de hule y la jarrita para echarle agua y que no vaya el jabón a los ojos y el miedo a que se patine de la mano y la ansiedad y el agua que se enfría y el toallón...
 AAAAaaaaahhhh RELAAAXXX!!!


Si nos relajamos y disfrutamos, también se los transmitimos al baby y eso hará que también esté tranquilo y relajado y así disfrutará de esta experiencia.



Convertí su baño en un hábito. Lo ideal es crear rutinas que le den tranquilidad y así puede anticipar lo que viene, eso lo ayuda a estar relajado.
Lo más importante es preparar el baño con las cosas que necesitas al alcance de tu mano.
NUNCA, nunca, nunca, nunca pero nunca dejar solo al bebé en el cambiador o en la bañera porque te olvidaste de algún elemento. Si no está ahí, no pasa nada, la próxima no te lo vas a olvidar.
La posición más cómoda es apoyar su cabeza en el pliegue de tu brazo, donde dobla el codo, pasando el antebrazo por su espalda y sosteniendo su pierna con esa mano.
Empezá el baño enjabonando la cabeza teniendo un cuidado extremo con el hueso frontal o fontanela (el huequito de la cabeza) que todavía no está formado, y cerrará bien a los dos meses aproximadamente.
Enjuaga echando agua con su cabeza hacia atrás cuidando de no mojar la carita para que no se asuste ni se ahogue.
Enjaboná su cuerpito y cada pliegue. Podés cantarle mientras lo bañas o poner música que lo relaje, son detalles que ayudan a crear un ambiente acogedor y a reconfortar a tu baby.
A medida que vayas adquiriendo seguridad vas a ir disfrutando cada vez más de este momento que es único y propicia a conocerlo más y a amarlo tanto, tanto...
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